viernes, 14 de marzo de 2008

Un Iraquí de viaje por EEUU II


Esta noche es el último debate presidencial y los Yankees de Nueva York juegan contra los Red Sox de Boston, lo cual, probablemente, tenga la misma importancia. Me invitaron a ver las dos cosas (por televisión, por supuesto) con un grupo de jóvenes demócratas. Me prometieron vino tinto, algo para comer y un curso rápido de béisbol y el arte de los debates presidenciales -dos razones por las que Estados Unidos es una nación tan grande, me dicen-. Dos televisores aseguraban que no nos íbamos a perder nada.

Finalmente, la conversación gira hacia el tema de Irak. Todos parecemos coincidir en que, aunque John Kerry gane la presidencia, es demasiado tarde para que cambie drásticamente la política en Irak. Me sorprende cómo todos aquí parecen haber comprado lo que la administración Bush les estuvo vendiendo, especialmente el argumento sobre la muy educada clase media iraquí que asumirá el control de Irak y lo transformará en un paraíso democrático. Para ser sincero, yo también compré ese buzón y cómo nos equivocamos.

Esa clase media educada estaba en cualquier parte del mundo menos en Irak. Otra cosa que le resultaba incomprensible a uno de mis nuevos amigos washingtonianos: cuando hablábamos sobre la popularidad del jefe de la milicia clerical Moqtada al-Sadr, me preguntaron cómo una persona podía resultar engañada por alguien que tan claramente usaba la religión para impulsar su propia popularidad y apelaba al más bajo denominador común para seducir a la población. Por suerte, me salvó otro invitado que preguntó si estábamos hablando de Bush o de Sadr.

Día Dos

En agosto del año pasado, recibí un email donde me sugerían que viera un weblog escrito por un soldado norteamericano en Irak: "Espero que descubramos todas las armas prohibidas que dijimos que había aquí... Entonces todo esto habrá tenido un objetivo glorioso que nadie podrá contradecir... Quiero que todo esto quede registrado en la historia como 'lo que había que hacer'".
El sargento Sean escribía desde Bagdad. El sitio era divertido, tenía un tono muy particular y, de alguna manera, no coincidía con la imagen de Terminator de los soldados norteamericanos. Hace dos días, le mandé un email a Sean y, ¿adivinen quién vive y trabaja en Washington DC después de estar seis años alistado? El mismísimo sargento Sean, y dice que le encantaría verme.

Cenamos juntos y hablamos sobre un millón de cosas. No se imaginan lo extraño que resulta tener tanto en común. Cuando le dije que nunca me acercaría a un soldado norteamericano en la calle en Bagdad, me dijo que si estuviéramos en Bagdad probablemente me estaría hablando mientras me apunta con su arma, porque estaría cagado de miedo. Y aquí estamos sentados, tomando cerveza juntos.

Intercambiamos historias sobre lo mal que nos sentíamos con lo que se estaba diciendo por ahí. Me cuenta lo asustado que estaba cuando tenía que manejar por Bagdad y que nunca más va a volver a ir a un festejo del 4 de julio por los fuegos artificiales. Y le digo cómo se habían reído de mí cuando una vez me escondí y salí corriendo cuando se incendió un auto cerca de donde yo estaba en Londres. Sean apenas tiene 26 años, seis de los cuales los pasó en el ejército de Estados Unidos. Tenemos gustos similares en materia de música y hablamos sobre buenos remixes de canciones de Jamiroquai.

Aquí estoy sentado, charlando con un soldado norteamericano. Me menciona un par de buenos clubes para ir el sábado y me dice que lo llame si quiero "volverme loco". Cuando es hora de que vuelva a su nueva casa con su mujer (se casó en Las Vegas a las pocas semanas de haber vuelto de Bagdad), nos estrechamos la mano y nos abrazamos. Le digo que realmente no entiendo qué hacía en el ejército; me dice que entró para salir de un callejón sin salida. ¿Y sobre estar en Bagdad? "Estuve allí porque me ordenaron estar allí… Esa es mi razón, mi única razón... Mis sentimientos personales no significan nada, no me preguntaron y no me lo preguntarán... Porque no trabajo en una democracia, trabajo para una democracia".