jueves, 18 de noviembre de 2010

Olfato de Gol

Me he tomado un tiempo para adaptar ésta pequeña historieta del Negro Fontanarrosa sobre fútbol. Quién más que el Negro podría lograr algo así. Sin embargo creo que ésta tira en particular no es muy popular, o no tanto como debería. Por eso la pongo aquí, en formato texto, con alguna imágen para acompañar.

NOTA: todo parecido con la carrera de Palermo es pura coincidencia.

Hoy por hoy, en nuestro fútbol, suele decirse, de los artilleros, que tienen “olfato de gol”. Y pocos saben que, dicha frase, se origina a partir de Victorino Lonco Peulén, un típico exponente del balompié chacarero. Victorino Lonco Peulén, el “Indio” Victorino llegó a Talleres proveniente del Sportivo “Mojón del Chusco”. De la reserva. De la reserva indígena de “Salares Finos”. Y, a poco se convirtió en ídolo por su asombrosa condición de estar siempre en el lugar preciso en el momento exacto. RELATOR: “...se le escapa al arquero, tocó Victorino, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol GOOOL, GOOOOOOLLLLL...”.

Con esa simple fórmula, mezcla de intuición y fortuna, convirtió la friolera de 143 goles en 12 partidos. Era un caso extraño. En ocasiones, permanecía estático en un punto del área durante más de 30 minutos. La hinchada lo insultaba y le cobraban infinidad de posiciones adelantadas. Pero, de pronto, ... se sucedían una serie de rebotes y, al final, allí estaba Victoriano, en su lugar para enviarla adentro. Frente a su meteórico ascenso, acudí a hacerle una nota. Preocupado por su reconocido mutismo, no intuí que estaba a punto de descubrir el secreto. Llegué al estadio en la mañana del partido, y no lo hallé en los vestuario. Salí pues a la cancha y me encontré con una situación inususal.

Los entrenadores alentaban al indio: “Busca! Busca! Busca!” decía uno. “¿Ya percibe el olor a gol ?” preguntaba otro. “¿Ya lo percibe ?” interrogaba un tercero, con la voz, pero también con la mirada. “Ha pasado por acá...el pasto está doblado aún” decía el indio, con la nariz pegada al suelo. De pronto, ante mi sorpresa, el indio se transformó y comenzó a correr, gritando “¡ Ahí está ! ¡ Ahí está ! ¡ Lo encontré !”. Marcaban entonces los sitios donde el India había olfateado el gol y allí se estacionaba luego el definidor para convertirlos. Durante la entevista el entrenador me confesó todo. “Pero ¿ Cómo hacen ustedes cuando juegan de visitantes y no pueden salir a la cancha antes del encuentro ?” fue mi primer pregunta. “Siempre conseguimos alguna prenda del arquero rival, la camiseta, un guante, una media, el suspensor...”. “¿ A qué huele el gol, Victorino?”. “¿ A pólvora. A cuero. A soga. A humo. A transpiración ?”.

Aquella tarde, cuando debían definir el ascenso contra arsenal, ocurrió algo terrible. El arquero rival, a instancias del juez, debió cambiar su casaca, por ser muy similar a la de Talleres. Los comentarios en el banco de suplentes presuponían lo peor: “¡ Carajo ! ¡ Esa era la prenda que le habíamos conseguido !” acotó el primero; “¡ El Indio está desconcertado !”; “¡ Ha perdido el rastro !”; “¡ Para colmo está resfriado !” agregó el más pesimista. Finalmente, el médico tomó las riendas del asunto: “ Llévenlo de nuevo al vestuario. Digan que el Indio debe cambiar sus botines ”. Ya en el vestuario, el doctor le inyectó ácido lisérgico, para agudizar el olfato. La reaparición de Victoriano Lonco Peulén en el campo de juego desató una ovación de su parcialidad. Y, recto como una flecha, el goleador fue a buscar su sitio correcto en el área. Era inútil que lo marcaran a presión.

RELATOR: “Disparó Cantareri, la pelota pega en Damiani, en García, en Muniuzi, en Zalotto, en Carreras, va hacia el Indio ... grítelo, seniora, grítelo ... ! ¡ La tiró afuera ! ¡ Increíble ! ¡ Increíble el gol que marró el aborígen !”

Aquello fue el fin para Victorino Lonco Peulén ... El ácido lisérgico había acicateado tanto su olfato que ya olía los goles, los tiros afuera, las pelotas en los palos, los córners y los saques laterales. Confundido y desalentado, terminó su corta carrera vendiendo empanadas turcas en las proximidades del estadio...


Salud !

lunes, 8 de noviembre de 2010

PSEUDO-ciencia

He decidido escribir algo sobre pseudociencias en vista del avance de dichas disciplinas en la vida diaria. Si bien hay algunos campos pseudocientíficos totalmente inocuos (o, aprovechando el topic a fondo, pseudoinocuos), hay otros extremadamente peligrosos. Los chantas como Favio Zerpa llenan estadios o teatros hablando pavadas sin ningún tipo de soporte científico, robándole el dinero a la gente con el aval de los gobiernos de turno. Sin embargo, el mal es menor: el precio de la entrada y quizás, de alguno de sus libros. Casos como éste los incluyo en la bolsa titulada "charlatanes de todo por dos pesos". Moviéndonos en dirección al peligro creciente, aparecen en escena los "brujos", que leen las manos, la borra del café, las cartas, etc. Estos ejemplares juegan con la ilusión de la gente, se aprovechan de la desesperación, y les quitan el dinero (que dependiendo de las circunstancias puede ser lo poco que tengan). En muchos casos el daño es menor, como cuando se trata de desengaños amorosos, pero en otros como cuando la muerte de seres queridos o enfermedades graves entran en juego, la cosa empeora. Lamentablemente para éstos adivinos, el dinero es lo único importante, y no discriminan casos a la hora de recaudar.

Ya en el terreno de lo realmente peligroso, aparece la nueva moda: la homeopatía. El peligro es mayúsculo, porque conjuga la desinformación con un discurso pseudocientífico muy bien preparado. A tal punto que incluso se dictan cursos en universidades y se venden las soluciones homeopáticas (cabe aclarar que es una forma muy curiosa de llamar al agua) en las farmacias con la venia de los gobiernos.

No fui consciente de ésto hasta que fui al médico (en Alemania) y para mi sorpresa me dijo que tenía una infección, y que en lugar de anitbióticos me ofrecía una alternativa homeopática. Intenté persuadirla de su falta de información sobre las propiedades del agua, pero no lo logré. El argumento fue tan débil como: "la propaganda contra la homeopatía es financiada por las farmacéuticas, para cuidar su negocio". Es curioso, porque los partidarios de la homeopatía se muestran como los salvadores de la gente, los que quieren proteger a los pobres enfermos de las garras de las farmacéuticas, pero para mi sorpresa, las soluciones homeopáticas se comercializan (no son gratis), y más aún, arrojan genancias espectaculares, ya que se venden a precios de medicamentos, siendo tan sólo agua. Además hay que remarcar que su único argumento es la falta de escrúpulos de las farmacéuticas (algo que no niego en absoluto), sin hacer ningún hincapié en argumentos científicos que demuestren la efectividad de la homeopatía. Es como si yo quisiese conseguir un trabajo, y el único punto de mi curriculum consistiese en remarcar puntos negativos de mi competidor.

Todo el avance de la homeopatía se basa en la desinformación no sólo de la gente de a pié, sino de los médicos, ministros, etc. Es por eso que quiero remarcar aquí la importancia de una web donde gente de bien ha resumido la historia de la homeopatía, y presentan en forma simple mucha información para prevenir engaños futuros. Creo que es el deber de todos hacer circular dicha información. Como dicen en dicha web (queeslahomeopatia.com), la gente merece ser informada.

Para despedirme les dejo un video muy divertido de un músico y humorista que pone sobre la mesa una situación cada vez más común.