Aquí vuelvo, después de un año y medio de ausencia. Sospecho que habrá muchas otras noches como ésta, de cruel insomnio, mientras dure este período de escritura de thesis. Así que no se sorprendan de ver actualizaciones más seguido. Aquí vamos con la de hoy: durante la semana pasada hubo cerca de mi casa una serie de recitales, y entre escenarios, puestos de salchicha y cerveza, se instaló para alegría de los más pequeños, una vuelta al mundo. Pero no una como la que acostumbrábamos ver en nuestra infancia allá por los ochenta, en pueblos y modestas ciudades Argentinas. Esta es más bien imponente, y si bien uno ha dejado atrás la inocente infancia hace ya mucho tiempo, todavía se puede encontrar diversión con una vuelta al mundo, agregándole una cámara y un trípode. Aquí les dejo algunas fotos para que disfruten.
Saludos, y nos vemos en la siguiente dormida fallida.
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